Vilaflor se encuentra entre las zonas más altas de las islas, situado a más de 1.400 metros sobre el nivel del mar, es un pueblo inmerso entre el pinar y los almendros con notables muestras arquitectónicas, como su iglesia parroquial y la antigua casa-palacio de la familia Soler, fundadores del pueblo.
En sus alrededores encontramos parajes ideales para la práctica del senderismo, la escalada, el ciclismo de montaña o el parapente. Además, se pueden visitar lugares de gran valor natural, como el Pino Gordo o las Tres Pernadas. Es también famoso por su exquisita gastronomía y sus vinos.