Garachico conforma junto a Buenvista, Los Silos y El Tanque la llamada Isla Baja. Esta villa tiene un fuerte carácter histórico y constituye un lugar amable, de gran belleza y sorprendente tranquilidad. Su valor arquitectónico le ha hecho merecedora de la Medalla de Oro de las Bellas Artes. Sus calles y plazas son un ejemplo de pulcritud y conservacionismo.
Cuenta además con un importante número de espacios naturales y vistosos parajes. Su costa, de seis kilómetros de longitud, es un auténtico monumento natural. Desde El Guincho a la Caleta de Interián, el visitante puede sumergirse en espectaculares calas, rodeado de lavas y arenas volcánicas que presentan un aspecto de lo más original.