Comillas posee una accidentada costa bañada por las aguas del océano. Sus paisajes son de una belleza inigualable, como por ejemplo los de la Ría de la Rabia, enmarcada por las cumbres nevadas de los Picos de Europa.
Su arquitectura pintoresca, es buena muestra del neogótico, neoárabe, neomudejar.
La riqueza natural y patrimonial del municipio de Comillas tiene continuidad más allá de los límites de su población principal, repartiéndose también por los barrios y pedanías de Ruiseñada, Rioturbio, Trasvía y Rubárcena.
A Ruiseñada podemos considerarla la antesala de la selva del Monte Corona. Su caserío se agrupa en barrios en los que se alinean las casas formando conjuntos de arquitectura rural de gran atractivo y singularidad. Especial interés tiene la iglesia de San Adrián, con detalles góticos del siglo XIV y vistoso pórtico columnado en la fachada principal. Otro de sus monumentos de interés es el Palacio de Sobrellano.