Ardales está situada al pie de una gran peña con ruinas de viejo castillo, en las cercanías del río Turón, a caballo entre las estribaciones norteñas de la Serranía de Ronda (sierra de Alcaparaín) y la depresión de Antequera (complejo de embalses del Guadalhorce).
Como todas las zonas de transición, presenta un paisaje variado, al que se unen elementos de peculiar encanto. Así, en la Sierra de la Pizarra a la espectacularidad del Desfiladero de los Gaitanes, se une la singularidad de los Tafonis (especie de cuevas u oquedades en pequeños promontorios de arenisca) que el viajero puede contemplar en las proximidades de la carretera que va desde dicho desfiladero a la zona de los embalses, así como huellas características de la acción del hombre que van desde las viviendas trogloditas hasta el embalse construido en la cima de las Mesas de Villaverde, pasando por la iglesia rupestre mozárabe de Bobastro excavada en la roca.
Al sur de Bobastro y desde el embalse que acabamos de mencionar, el paisaje lo configuran grandes lomas cubiertas de olivos y bosquetes de pinos que continúan por las sierras de Aguas y los Baños en los vecinos municipios de Alora y Carratraca, respectivamente.